"Heriberto Noppeney vive
dividido entre dos mundos: São Paulo, donde encuentra el sentido supremo de la
vida, y Hamburgo, donde siempre desciende al infierno y encuentra sus
fantasmas, su profundo dolor y sus infinitos miedos".
Hermy Luzó, cantante y compositora
Heriberto Noppeney (1952) es un poeta y un artista. Su principal aporte al arte y la poesía es haber ideado una nueva forma de mostrar sus poemas, a través de la elaboración de pancartas, carteles, tarjetas y, sobre todo, fotos. En otras palabras, ha agregado textos poéticos a las fotos en una hermosa obra creativa que nos atrapa y le da múltiple dimensión y polisemia al mensaje que nos quiere transmitir… Desde mundos tan dispares como San Pablo (Brasil) y Hamburgo (Alemania) nos expresa su particular modo de interpretar la realidad desde el arte y la poesía.
Entrevista especial para este blog, concedida gentilmente por Heriberto Noppeney gracias a la intermediación de la promotora artística María Eugenia Giusseppi. También publicamos aquí su declaración de amor a su país: Brasil.
¿Quién es Heriberto Noppeney y dónde nació?
Heriberto es poesía. Aprendí escribiendo pequeños poemas. Soy de São Paulo, lugar donde encuentro mi paz, mi descanso, mis inspiraciones. Busco el poema perfecto, el texto exacto, las palabras que expliquen mis inquietudes, que son muchas.
¿Cómo refleja a Brasil su obra visual y poética? ¿Y en sus canciones?
Las personas en Brasil se identifican mucho con mis poemas, frases, ideas. Desde pequeño yo escucho Roberto Carlos hasta hoy. Con él aprendí a conocer el camino que va directo al corazón de las personas. Esta es mi meta. Decir lo que mucha gente piensa, pero no encuentran las palabras ciertas. Brasil y mi poesía es como encajarse en el recorte de un ideal.
¿Cuál es su relación con Alemania como país?
Con Alemania (Europa en general) tengo relaciones muy complicadas, tristes. Es muy difícil vivir con pueblos que fueron colonizadores.
¿Cree que todavía es posible escribir poemas de amor sin caer en lo banal y cotidiano?
Yo tengo la certeza absoluta que es posible. Hay mucho campo, mucha necesidad en las personas. Le doy un ejemplo: Cuando alguien se casa por la Iglesia, el cura dice que debemos estar juntos en los momentos buenos y en los malos. Lo que pasa es que en una relación existen también muchos momentos indiferentes (que son casi todos...). Los poemas y canciones de amor son la plataforma para superar (o cambiar) los “momentos indiferentes”.
¿Cuál cree usted que es el orden secreto de la poesía?
Es algo espiritual, el secreto está en manos divinas.
¿Es usted más fotógrafo que poeta o más poeta que fotógrafo?
Sin duda, mucho más poeta. Hoy día la imagen por si sola perdió mucha fuerza. La combinación de imagen con poesía es más interesante enuna exposición, por ejemplo. ¡Son como libros en la pared!
¿Cómo maneja usted la metáfora de la fotografía?
Intento unir muy profundamente la imagen con el texto. Las dos cosas juntas es la metáfora.
¿Su obra fotografía busca la publicidad para adquirir fama o el arte para satisfacer el espíritu?
No busco la fama ni la parte comercial. Quiero apenas llegar al corazón de las personas que buscan un sentido en la vida y no lo encuentran.
¿Se puede combinar la publicidad con el arte o la poesía?
Sí, es posible, se puede vender su arte y respeto a quien hace eso. No es mi camino, yo busco la esencia, la parte espiritual.
¿Cómo cambia el arte la vida de las personas?
Es muy relativo. Depende como lo enfocas, depende de las intenciones del artista. Si no cambias no puedes cambiar a las personas, las personas tienen necesidades básicas y hay que saber eso para entonces poder cambiar para mejor la vida de las personas.
Texto y entrevista: Argenis Díaz.
https://eveliogfpintor.blogspot.com/p/heriberto-noppeney-entre-la-imagen-y-la.html
Una declaración de amor
Siempre encontré hermosas las historias de amor. Cuando tenía quince años lloraba y sonreía mucho cuando veía películas de amor. Y anhelaba un final feliz.
Lo que más me gustó especialmente fue la inspiración que me dieron estas películas para soñar con una historia de amor para mí. A veces me veía a mí mismo, encerrado en mi soledad, siendo arrastrado por el romance. ¡Creí firmemente en el amor para siempre!
Hoy, en otra mañana gris, necesito con urgencia declarar que sigo creyendo en el amor para siempre. Sin embargo, tengo que aclarar que estoy seguro de que el objeto de nuestro amor eterno puede convertirse en algo completamente diferente a los príncipes encantados que imaginamos estar cerca, allí, corriendo sobre sus caballos blancos, preocupados por salvar patrias y princesas.
Estoy tan convencido de esta realidad que me veo y me siento muy ansioso por registrar aquí la declaración de amor, hermosa, que un muy dulce amigo escribió en uno de sus libros: Patria Amada. Su declaración de amor, sin embargo, no está vinculada a una persona, sino a un país: Brasil.
Brasil
Me desespero, buscando en mis cajones, en mi mente, en mi computadora, en mis borradores, en la punta de mi bolígrafo “Mont Blanc”, todos mis sentimientos y anhelos cuando esa inexplicable distancia no encuentra mis apelaciones y aspiraciones.
Brasil, ¿cómo estás? Llueve demasiado y hace viento en Alemania, un instrumento de violencia y opresión, pero mucho más intensa es la “lluvia” que sale de esos dos ojos marrones que cambian de color (entre azul y verde) cuando están tristes, pensando en ti.
Brasil, cuando vuelva, creo que hablaremos mucho entre nosotros; ya conocemos el valor y el peso de las palabras para poder usarlas.
Brasil, para mí, siempre fuiste alegría, color, fascinación de la luz, ritmos del cuerpo, espacios libres, en fin, cosas que te hacen una especie de promesa y un lugar de refugio. Siempre me enseñaste que tu forma es una forma única y especial de acercarme al mundo a través de valores sensibles, sensuales, gregarios, poéticos, lúdicos, todos los cuales ahora necesito y quiero recuperar. ¡Seguir viviendo en Europa no es natural!
Brasil, ¿cómo estás?
Heriberto Noppeney
Texto en portugués en:
http://www.neusa-cortez.de/tag/heriberto-noppeney
Foto: Heriberto Noppeney.
Heriberto Neppeney (1952), poeta y fotógrafo. |